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umachacuy

las alasitas y el axioma del ficto

Esta feria de miniaturismo artesanal denominado "alasitas" se inicia el primer domingo después de la Festividad de Todos Santos, que al mismo tiempo comienzan los preparativos del carnaval de Oruro. La palabra proviene del aymara y significa "cómprame".

Me acuerdo que esta fiesta se realizaba en el famoso bulevard pero años despues se mudo al campo de marte, a ese reducto sin personalidad que solo sirve para las paradas del 23 de marzo y jugar fulbito en sus praderas de cemento, seguramente que por protestas de los vecinos acaudalados que no querian que se institucionalize este evento pagano para no dizque dañar la imagen empresarial del corredor.

Un quinquenio mas tarde los comerciantes en miniaturas tuvieron que mudarse una ves mas, alla por la avenida...esta ves por la presion de los vendedores del mercado negro que por la cercania de la fiesta se imaginban el resultado y naturalmente querian beneficiarse de las economias de escala.

El hecho es que dondequiera que sea el lugar, estas alasitas tenian importancia singular porque era una empresa familiar que requeria trabajo comunal para elaborar la mercancia, ingenio natural para minimizar el alma de las cosas y jolgorio general para nosotros pues nos daba la oprtunidad de corretear por los confines del evento y con un poco de suerte quiza ganarse unos centavos en las mesitas con ruletitas rusticas y esqualidos sentimientos monopolicos

Habia que caminar despacio para no perderse el espectaculo gratuito de las guerras a gritos de los vendedores de rifas, esos ilustres desconocidos que se aparecian cada año a la misma hora y en el mismo lugar.

El ruido era espantoso, por la combinacion de sus voces de jilguero que aununciaban sus numeros ganadores y nos invitaban a comprar sus loterias y el agitar de sus anforas hechas de latas de leche NIDO de la cual salia la bolita magica y comparabas con la tirita de papel para ver si te habias ganado esos panes redondos y endulzados mal llamados "tortas" o a veces esos negritos o perritos de yeso o los consabidos chanchitos de alcancia para gurdar los centavos inexistentes.

Dependiendo de la catidad de mercancia, las Cajas armaban uno o dos puestos para exponer la mercancia o mas bien el producto del sudor colectivo.

El puesto consistia en una mesita maltonita con mantelito blanco y encima una tiendieta de madera para exponer ordenadamente los articluos. Estos articulos se desplegaban con notoriedad y pleitesia especialmente las prenditas de vestir hechas a mano, las cuales eran usadas cada año porque en realidad eran el anzuelo para atraer a los clientes.

La maquina de coser trabajaba sin cesar.....tic tac, tic tac...y los talegitos de azucar empezaban a tener forma...en las primeras correrias yo o el primo pintabamos o dibujabamos el forro que decia "Azucar la Belgica" 40 Kilos, made in Bolivia, producto neto, etc...pero como la demanda era tremenda la abuela se aparecio con la idea de hacerse "hacer" un sello de goma con las mismas inscripciones para minimizar el costo y la tarea.

La tia Pepa -la unica porque la abuela no sabia ni insertar el hilo en el ojo de la aguja- laboriosamente tejia y tejia año redondo las chambritas celestitas, los polckitos rosaditos, los ponchitos multicolores...

En toda ley, la difunta tia fue una artesana genial que tejia con asombrante rapidez que un abrir y cerrar de ojos convertia un amasajo de lana en una deslumbrante prendita de vestir. Los modelos eran variados ya sea debido al punto cruz o a la magia de sus dedos y lo mejor es que todo esto sin recurrir a pasquines o escuelas de diseño mayor y para afirmar lo dicho tengo como testigo la chambrita blanca que le tejio a mi hijo Max antes de marcharse.

Mientras tanto, los menores doblaban y acordeonaban los papelitos de la fortuna que indicaba el premio. El negocio estaba regido por las rigidas eticas matriarcales de la abuela Corina y las normales reglas del juego pero la esencia o la clave del asunto estaba en la magia de la suerte sin blanca.

La suerte sin blanca es un artifugio antiguo que induce a los/las alasiteras a generar mayores recursos y a los jugadores a resignarse con los premios de consuelo.

Esta figura economica esta regida por el siguiente axioma. “Todos y cada una de las boletas llevan o conducen al premio, de tal forma que bajo ningun motivo o cirmcumstancia se introducira boltas que no lleven o conduscan al premio” es por esto que se llama suerte sin BLANCA.

Pero el axioma en cuestion no comtempla el tema del ficto por lo tanto ni lo incluye o lo excluye de la ecuacion.

El ficto es otro artficio comercial tan o mas anitiguo que la abuela, la misma que fue leal impulsora de introducir los mismos en medio de los numeros legitimos, lo cual como indique mas arriba no es una violacion de la etica o el axioma por lo tanto su uso es perfectamente legal.

El ficto funciona de la siguiente manera, por ejemplo si se pone en oferta 100 premios ya sean chambritas, talegitos de azucar, cigarritos piltunchos, roperitos de madera, bazincitos de plastico o lo que fuera, los fictos son los taleguitos de azucar porque son hechos en serie y cuyo costo es menor tanto en tiempo como en obra, en relacion al resto de la mercancia, de tal forma que de los 100 premios 60 son fictos. Normalmente los fictos estan fuera de la vista de los clientes para no espantarlos y se escapen de miedo y nos quedemos sin venta.

Esa fue la norma en la casa porque eso si hay otros desalmados alsiteros que ofrecen suertes sin blanca donde los fictos son 90 %.

Es asi que gracias al espiritu comercial de las cajas tuvimos un niñez tanto divertida como productiva..

Luego de haber ayudado a sentar el puesto nos aventurabamos por el entorno a jugar al mayor o menor en esas mesitas donde los comerciantes eran esos aprendices de maleantes que con sus manos ckarckas rodaban los dados descalibrados y nos encandilaban la razon con su extraordinaria destreza para manipular sus casinos pintados con efigies del Mil Mascaras, El Santo o Juan Sin Miedo y de esta manera nos jugaban el dinero.

Eso si no sin antes haber escuchado la eterna recomendacion de la tia de caminar con cuidado y no llevar el dinero en el bolsillo trasero porque como bien decia las alasitas eran el lugar favorito de los gatos.

Aun recuerdo con nostalgia las alasitas y mas aun cuando me doy cuenta que dos de sus expositoras por exelencia ya no ofreceran suertes sin blanca....

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