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Garabatos de Marco

Las hojas Gillette y la bolita de cera

Eran talvez las once de la mañana de un dia sin pena ni gloria, de esas mañanas con el sol a media asta pero un frio que cala el alma, cuando mi padre me convoco a comparecer ante su presencia y me encomendo el delicado proyecto de ir a comprar unas hojas de afeitar marca Gillette porque tenia que salir y debia lucir aseado, con el cabello negro lustroso y embadurnado de brillantina marca "Glostora" y la cara rasurada y suave como poto de guagua.

Me alcanzo un “loro” que era la denominacion popular de un billete de diez pesos por tener el color verde, no sin antes recomendarme que tuviera cuidado y que reclame por el cambio.

Diez pesos en aquella epoca para unos malandrines de diez años era una fortunita apreciable, que bien podia servir para invitarse al cine con gancho unas siete veces (naturalmente a los palcos de gallo del extinto cine Omiste) o zamparse unos kilos de helados de chirimoya a lo de la Brigida o simplemente alquilarse destartaladas bicis a lo de los Campos.

Yo, como siempre, mataperro y bandolero me llevo a cuestas a mi primo Charles y creo a mi hermano Oscar a compartir de la aventura. Salimos de la casa como torbellino en celo y raudos como el viento, doblando a la derecha y corriendo y chillando hasta la 25 de Mayo, pasamos cerca de la zapateria del Chafallo y la papeleria de la esquina donde mi abuela compraba papel parafinado para hacer las guirnaldas, nos paramos para tomar un poco de aliento y desorientamos ante la bifurcacion de la plazoleta en cuestion.

Habian dos alternativas para continuar el trayecto pero ante la disyuntiva de si continuar rectito rumbo a la pila Pichincha o hacia abajo por la calle Chuquisaca nos inclinamos por la pendiente mas facil pasando por la heladeria el "Esquimo" y es asi como llegamos a la Plaza central.

Por aquellos tiempos, esta plaza tenia pinos altos y vertientes de congeladas aguas y pedacitos de cesped y mala hierba protegidos con alambre de puas ya sea para espantar a las ratas del lugar o mantener de lejitos a la muchedumbre de discolos niños que jugaban “guerritas” en sus predios.

Tambien era refugio de esos enamorados sin cama ni cuarto que se besuqueaban de reojo y a la intemperie en el crepusculo de la tarde, y por supuesto y como siempre era el teatro de operaciones de los politiqueros y vendedores de palabra y cada domingo se convertia en opera abierta para los conciertos disonantes de los retretes matinales de los ja’chus y milicos acantonados.

Sigamos delante compañeros……., pasamos por la casa de la Moneda, (esa casona interminable con techos de ondulantes tejas y con su porton gigante y su empedrado reluciente y su mascaron pifiatico) hasta llegar a la iglesia de San Lorenzo, nos paramos un rato, y vi rapidamente que Oscar y Charles se persignaban, sera talvez que con su contriccion de niños asustados ya anunciaban el desenlace de nuestra aventura....

adelante...sigamos....

Nuestro destino estaba a unos pasitos mas adelante, en el callejon o pasaje del mal llamado "pasaje de los heroes del chaco", porque seguro estoy que los combatientes de esas luchas no eran ni comerciantes ni vendedores de ilusiones, pero que se le puede hacer a la cojudez burocratica de los nombradores de calles y callejones; bajando las graditas estaban las empotradas casuchitas de aluminio con sus colgates , peines de plastico, dedales de sastre y artefactos "rasurantes".

El mercado negro en Potosi, es como una bazar Arabe donde se ofrecen articulos de toda laya, desde agujas para acupuntura, aceite de boa para los calosfrios, nariz de zorro para la amartelacion, abarcas ortopedicas hechas de llantas de camion Izuzu, chompas de lana de Alpaca, rancios desodorantes en barras, hasta lavadores de porcelana, etc, y por supuesto hojas de afeitar marca Gillette.

Pero el destino es impredecible y misterioso, justo antes de comprar las hojas afiladas, entre concertinas y contadores de fortunas con sus monitos malnutridos ataviados con overoles de agauyo y sombreros Mexicanitos a escala, estaba parado un Pajpack'u con su turba de malhechores y apostadores alquilados.

Este empresario del casino criollo, tenia tres tapitas de botella y una bolita de cera sobre una endeble mesita de paño azul, quien con pasmosos movimientos de manos y una voz de tarabilla invitaba al juego.

El famoso truco de la tapitas es como traingulo de las Bermudas donde la bolita se pierde al mero pestañeo de los ojos y aparece en el lado opuesto.

Nos quedamos viendo a este aprendiz de brujo, contemplando mentalmente la posibilidad de doblar el capital para saborear ya sea el cine, los helados o las bicicletas.

Oliendo carne fresca y dinero facil, el malabarista -seguramente un Peruano del Callao o un cholo Paceño avispado- nos dice "chiquitos o juegan o recorranse mas allacito",...y yo me acerco y le digo te apuesto cinco pesos, y las tapitas se mueven de aqui para alla y estas ahi o mas alla y levanta el platillito....con mis manos temblorosas destapo la tapita del centro y logicamente la bolita estaba en la del vecino.

Admito, la culpa fue enteramente mia porque yo fui el incitador, pero la culpa total la tiene Charles porque el fue quien dijo "hay que rescatar el dinero". Si bien los diez pesos estaban destinados a comprar unas Gillete bien podiamos con los restantes cinco comprar unas Astras y embaucar al viejo pero NO, el ansiaba revancha y se asoma al atracador de niños y le dice te apuesto los remanentes cinco pesos y el Cholo desalmado con su siniestra risa de enero a diciembre dice "claro pues, como no, chiquito..., fijate bien donde esta la bolita...." como era de esperar la bolita otra ves desaparecio y loro se esfumo.

Es ahi y en aquella epoca que mis dias de jugador empezaron y tragicamente terminaron porque hoy que aunque tengo Atlantic City y las Vegas no voy ni apuesto.

De como llegamos a casa y el resultado de tal aventura es motivo de otro articulo.

Y colorin colorado este cuento se ha acabado.....

El Matriqui - una carta abierta a mi hermano-

Verdad que parece un silencio sepulcral pero en realidad no es asi sino que simplemente estuve dejando que la gallina se puriycache para ver si vos me avisabas de tus planes futuros. Bueno, ya que todo esta oleado y sacramentado solo falta discutir los detalles del evento por el cual el hombre se embarca en el tren matrimonial con un ticket solo de ida , naturalmente si todo va bien.

Como diria Gabo, el evento "casantorio" es importante y habra que desmenuzar todos los detalles para que salga bien...por ejemplo me entere que el thalacu sera en el "social" no conozco esas latitudes pero me imagino que no sera un tugurio. Bien, ya definido el terreno tendras que pensar en los subsecuentes detalles tales como el numero de celebrantes, invitaciones, si serviran aji de gallina con chuño-futhi o solo laguita a eso de las 5 de la mañana y otros asuntos. Por ejemplo, ya sabes cuantos de tus compinches y parentulas (de ambas partes) seran los beneficarios a una noche de tragos gratis y baile desmedido? o sera que no festejaras de acuerdo a las tradiciones ucku-runales que claramente espicifican:

1. Zapaterar el imapaj casarun, imapaj casarun, wawa chucunaypaj , hasta romper el taco en la noche de la mismisima boda

2. El segundo dia del preste es para arrinconar la basurita del dia anterior lo que etiqueta obliga hay que challar y como dije en un e-mail anterior ...

3. El tercer dia es para tipar billetes (dolares preferiblemente) de buena fortuna en los pechos de los casantes.

De lo contrario, me imagino que estaras prestando debida atencion a la etiqueta normal (no tradicional) para evitar que pase lo que a continuacion te contare.

Me acuerdo a los matriquis a los que regularmente asistia alla por los años de la cacharpaya sin ser invitado y naturalmente - nobleza obliga,- me aparecia con mi media docena de vasos de vidrio envueltos en papel celofan.

Primero, habia que rondar por la catedral para hacer una evaluacion directa de los matrimonios en cuestion y de acuerdo a la indumentaria de los novios y un poco de experiencia en el tema uno determinaba casi con certeza que matriquis prometian. Mientras los novios recorrian las calles en viejos taxis con latas de leche evaporada y sardinas entomatadas amarradas a la cola de las vetustas maquinas haciendo sonar melodias paganas, anunciando a los cuatro vientos que estaban listos para descubrir sus anatomias -esta vez de forma legal- respaldados por el espaldarazo de la Iglesia, por los confetis arrojados a discresion y los papeles del notario, se formaba un comison cuya mision era dar con la direccion del lugar del evento, tarea relativamente sencilla dado el caracter enclaustrado de la geografia capitalina.

Estas si eran noches interminables de placer, placer economico al calor de los liquidos espirituosos que se servian como lluvias torrenciales en tiempos de sequia, por ejemplo, los famosos "ferrocarriles" una veintena de tragos de dudosa manufacturacion y de colores terciarios que eran servidos uno detras de otro los cuales al cabo de unos efimeros minutos impulsaban al vomito colectivo de los participantes.

En otras ocaciones donde los pisquetes no eran abundantes habia que aceitear a los pasa-tragos para procurarse una cuota respetable de licores suficiente para pasar la noche, tambien hubieron eventos en los cuales mis amigos y yo tuvimos que recurrir al olvidado pero aun respetado arte de meter de contrabando chanchitos de cuarta ya sea en bolsas nylon o en botellas previamente usadas para darnos animo y para bailar unas cumbias de esas que solo se oyen en las chicherias, y otras veces obligados por las circumstancias recurriamos al truco de empinar el codo anticipadamente en los baratos tugurios de la villa para alcanzar el codiciado estado de boludez que por arte de magia te hace creer que eres lindo, que bailas como Travolta, que cantas como Mercedes Sosa o que tienes un pico de oro para mandarte unos discursos sobre la relevancia de la inmortalidad de las moscas en la sociedad neo-liberal, etc.

Tambien me acuerdo acerca de las travesias y los periplos que uno hacia para llegar a casa despues de -como diria la tia Pepa- desmandarse en los casi semanales matriquis, estos tambien tienen su historia en los anaqueles de los fandangueros. Luego de haber bebido sin consolacion, de haber abrazado a los novios aun desconocidos, de haber deseado un pronto y certero "tienes que matar al gato hermano" al novio -que por ahora ya era un viejo amigo y cuate de antaño- y no sin antes recordarle que estaba a punto de arrepentrise, que lo pensara dos veces antes de embarcarce en la odisea del pinturesco pero dificil camino del matrimonio, etc, mientras tanto, sin uno desearlo pasaban las horas y llegaba el momento menos esperado, el de recogerse, este era uno de los momentos mas temibles y dificiles de afrontar pero no habia nada mas que hacer, los musicos habian empaquetado sus cornetas y platillos, los mozos habian ya acumulado y combinado los tragos no-bebidos en un mediano turril para el chaqui del dia siguiente y el avance que se hizo con la muchacha del vestido lila y zapato manaco quedaba al descubierto, no funcionaba, porque estaba claro que ni para pagar tus propios tragos tenias como pretendias poder mantenerla?, y lo peor era que a estas horas ni como rematar porque los boliches ya cerraron las puertas a no ser que alguien quien tuviera la billetera gorda y los riñones aun funcionando se anime a indicar el camino mas expedito para arrivar a lo de la Isica para intoxicarse con los muy mentados fricases, que no son otra cosa que pedazos de carne de chancho con mote pelado nadando en un aceitoso jugo mas rojo que la sangre, en fin, de no ser asi, habia que reconocer que la noche ya no estaba joven porque la noche habia caido y los gallos agoreros anunciaban el nuevo dia que con sus cantos recordaban que nos esperaba un dia lleno de incertidumbre -acentuados por las letanias de la mama y las arengas en punto de la indomable abuela Corcha- y por supuesto de dolores en la cabeza como resultado de la ingestion o indigestion de combustible la noche anterior, claro esta, que sin pensar en eso habia que hacer de tripas corazon y darle a la caminata rogando a los santos que no te quedes dormido en alguna esquina para que no te roben los zapatos (me paso una vez frente al comedor universitario, pero los atracantes -que por cierto llevaban antifaces-solo pudieron hacerse con el zapato izquierdo) o talvez con un poco de suerte te hallabas unos pesos en los bolsillos que te permitirian pagar una transportacion mas decente en uno de los transformers y talvez aun con un poquito mas de suerte el moneda-uya era el chofer...pero se vea como se lo vea, habia que recogerse y punto.

Y que del dia siguiente? tambien me acuerdo que alrededor de las once de la mañana hacia patitas-pa-que-te-quiero rumbo al hornito, (en la calle Chuquisaca frente al Bazar de los Pozos, que segun las tertulias familiares una vez pertenecio a los antecesores de este escribirdor) a saciar el hambre tercermundista con los famosas saltuquitas embadurnaditas de manteca y como no seria de esperar saciar la sed deshidratante con una papaya salvietti o una morena, tal es asi que a las 11.30 de la mañana todas las saltucas fueron debidamente degustadas y las sodas ingeridas por los parroquianos usuales.

Lluego de ese protocolar y gastro-culinario acto, habia que merodear por la plaza o el bule para ver si alguien poseia la palabra magica "que tal una Laurita" de ser asi, el dia estaba hecho y el perenne chaqui en camino de ser debidamente atendido. A estas horas serian talvez las 3 de la tarde y el acogedor encanto de los olores a guantecitos (5 tripas a lo sumo) y el perfume inagualable de las huaris a lo de doña Laura (Q.E.P.D) eran irremediablemente la solucion para despachar la semana pero no sin antes competir en el antiguo deporte del sapeo o del tradicional cacho lo que invariablemente conducia a "continuar " pero solo y solamente si alguien invocaba el irrefutable axioma de "nos bajaremos" o el infaltable ritual de la "champinchada" y el "ya pues, salud hermano" que son actividades sociales requeridas pero en realidad son una trampa en que se cae porque como es de dominio publico, el seguir al pie de la letra a estas tracioneras palabras conduce a que uno necesariamente acabe como condor aunque fuera querer sin queriendo o no y lo peor del caso es que por falta de sencillo uno termina empeñando el reloj o el cinturon, pero en fin, esos son los gajes del oficio.

El peregrinaje a lo de doña Laura mas o menos termina, dependiendo del tamaño del bolsillo, en promedio, alrededor de las 7. pm, esta el la hora donde se empieza a tientos y uno camina haciendo zetas por la sepenteante calle Sucre y despotricando a pulmon abierto en contra los arquitectos coloniales por no haber predeciedo con antelacion que los individuos en este soberano estado necesitan anchas avenidas para gatear hasta llegar a destino, la estrechez de la calle entre otros innombrables factores son la causa por la cual en la mayoria de los casos el "acto de recogerse" termina a escasos cientos de metros del lugar de origen porque antecitos de llegar a la Boliviar ya se siente los olores a canela y singani de Camargo de los "calientitos" y una voz liberada convoca o mas precisamente demanda a tomarse la del estribo en los santos aposentos de la Union Obrera.

Ahora, de como uno acaba despues de la Union es harina de otro costal y tema de otro ensayo, por estas razones te recomiendo que planifiques con anticipacion los detalles del fandango con la unica salvedad que esta sera en la de los cuatro nombres, porque de lo contrario (dios Baco mediante) nadie te salva de que un ilustre desconocido como el susodicho se asome al social con un basin como regalo y te joda la boda.

Suerte y hasta pronto
Tu hermano Marco

Carta a mi viejo

Querido Viejo:

Hace mucho tiempo que no conversamos. La ultima vez que visite tu ultima morada te conte algo que ya ni me acuerdo, te recorde apoyado en tu lapida , pedi cuentas a Dios por haberte recogido, quise abrazarte pero no pude porque las lagrimas casi me ahogaron y me di cuenta que aunque han pasado muchos años desde que te fuiste, tu presencia, tu guia y tu amor nos hace mas falta que nunca.

Antes se salir del camposanto te deje unas florecillas y me fui.

Hoy te escribo estas lineas alli donde estes para contarte algunas cosas que aunque seguro estoy lo sabes todo porque se que siempre estas vigilante y al tanto de las ansias, los altibajos, los miedos, las esperanzas y los derroteros de tus vastagos.

Solo quiero decirte que a pesar de no contar con tu presencia corporal el aura de tu espiritu y la benevolencia de tu corazon siempre esta con nosotros.

Hoy que me acerco al meridiano de mi vida donde las dudas acechan y las crisis del tiempo asoman alzo mi vista al infinito para contemplar la mas brillante de las estrellas porque se que estas ahi en el punto mas alto, contemplando los devenires de nuestras epocas, espantando demonios para que no nos tienten por los senderos torcidos, luchando a brazo abierto contra las sorpresas de la vida para que no ponga trastadas en nuestros caminos, iluminando nuestros sentidos para completar la tarea y como siempre estas ahi dandonos animos y fortaleza para seguir existiendo.

Se que estas por ahi en algun lugar sin retorno, continuando danzando, continuando cantando, continuando llorando, continuando viviendo porque solo viviendo nos estas dando coraje,

CORAJE:

para seguir respirando,
para continuar amando,
para seguir luchando,
para continuar soñando
y para que nunca dejemos de seguir viviendo.

Es por todo esto querido viejo que aun te sigo extrañando.

Antes de terminar solo quiero contarte que los ultimos nietos que tienes son mios y de Lisa, mi esposa a la cual nunca conociste.

La menor se llama Sara Allison. Sara es un nombre hebreo muy antiguo que significa Princessa y no creo que haya otro nombre mas apropiado para esta pequeña damita. Allison, es por la doctora que hizo posible el alumbramiento de este mi tesoro. Ella ahora tiene un poquito mas de 6 meses y es tan rellenita que parece una bolita de algodon.

Tiene los ojos mas radiantes que nunca haya visto, son azulmarino, como la piedra que tanto le gusta a nuestra mama. Mide como 18 pulgadas y es saludable y tierna.
Cuando sonrie ella ilumina mi universo y tiene unos hoyitos en sus mejillas que son adorables.

El mayor se llama Max David y lo nombramos asi en memoria tuya y del padre de Lisa. El tiene ahora casi 3 años y es mas vivaracho que una pulga.

El tambien tiene unos ojazos impresionantes del color de las aceitunas del mediaterraneo y una melena casi rojiza que desafia a los vientos.

No se si ellos algun dia podran visitarte como yo te visite pero quiero que sepas que aunque mis niños no tengan a sus abuelos con nosotros tu siempre viviras en ellos.

Te recuerda
tu hijo

Tuco

P.D. Felicidades por el venidero 13 de Septiembre

La casa en la plazuela Ballivian y temas afines

La memoria se describe como la capacidad o poder mental que permite retener y recordar, mediante procesos asociativos inconscientes, sensaciones, impresiones, ideas y conceptos previamente experimentados, así como toda la información que se haya aprendido conscientemente.

La memoria es talvez lo unico realmente personal y puro que uno mantiene de por vida, naturalmente antes de que te coja la chochera y te vuelvas c'konana. Personal porque no necesitas de permisos ajenos ni boletos de entrada para acceder a ella y re-actuar la tragi-comedia o drama de tu vida, solo cierras los ojos y recorres virtualmente los telones del pasado atravezando sonidos y luces para encaramarte en la tarima de tus teatros y desandar el camino ya andado. Puro porque lo que paso !paso! y nadie ni tu mismo puedes alterar ni por un pelo el paso del tiempo a no ser que quieras revisar el curso de la historia, pero como diria Silvio Rodriguez eso es asunto de los politicos no de los hombres.

Afortunadamente, nuestras memorias persisten el paso del tiempo mientras claro esta, no nos visite el señor Alzheimer, es por esto, que lo mas preciado que uno posee es esta cualidad mental que viaja igual, tan o mas rapidamente que la luz, que desborda fronteras tanto organicas como geograficas para rescatar de los reconditos parajes del olvido momentos que de otra manera serian lamentablemente perdidos. Pero hay que apurarse pues la memoria es transitoria e ingrata porque solo vive en nosotros cada vez que queremos revisitar viñetas del pasado o que queremos volver a vivir aunque solo unos segundos momentos ya expirados y guardados en el desvan de los recuerdos.

Hay memorias buenas, benignas y memorias malas o indeseables y a veces detestables , hay memorias comicas, graciosas y memorias immemoriables. A continuacion algunas de ellas.

Los recuerdos de nuestra casa en la plazuela Ballivian son memorias buenas, inocentes, calidas y humanas porque en ella aprendimos, luchamos, lloramos y sobretodo sobrevivimos. Incontables momentos son testigos de las diabluras cometidas por nosotros los niños que sin saber limpiarnos aun las velas ya escribiamos lineas imperecederas en los corazones de nuestros hermanos y regalabamos gratuitos dolores de cabeza a nuestros mayores.

Es por esto (y antes que me olvide), que quiero garabatear unos monosilabos o parrafos incompletos o simplemente amontonar letras para rescatar de las greñas del olvido parte de mi infancia en la otrora majestuosa hoy cholescamente modificada casa de la plazuela Ballivian.

Nuestra casa fue una grande y amarilla anclada justo en la interseccion de las calles Nogales y La Paz, colindante por un lado con las tawataweras de las Chilacas y por el otro con los bicicleteros de los Campos, no me acuerdo del numero pero eso no importa porque los numeros son solo eso.

Tenia un porton grande de noble madera y cerraduras de hierro forjado. El zaguan era un pasillo abovedado que conducia al patio central y al resto de la casa. A la derecha se ubicaba la famosa cocina flanqueada por dos patillas de adobe. En este cuarto oscuro y largo dormian los ocacionales huespedes -con sus cargas de habas de Quivincha y aguayos multicolores- disputando espacios con los gallos y gallinas que desconocedores de su suerte no sabian que el arribar a la cocina significaba que sus dias estaban contados y que mas temprano que tarde terminarian como alimento picante de algun paisano.

Esta "cocina" tenia una ventanita que daba al patiecito de la cocina de las Marias, el cual tenia un batan ovalado con sus respectivos moroc'kos circulares de piedra de rio abajo, testigos mudos de suculentos unguentos y deliciosas llajguas fabricadas en sus infraestructuras petreas.

Mas adelante estaban las cuatro gradas que conducian por la derecha e izquierda al segundo piso. En el ala derecha estaban los aposentos del tio Enrique y cia., quien dormia ahi cada vez que llegaba de Puna a cobrar su sueldo de ex-combatiente y unos pasos mas adelante estaba "el alto".

El alto era un cuarto oscuro y lugubre con el tumbado casi al ras del suelo y con goteras intermitentes en los tiempos de lluvia, este estaba dividido en dos, una mitad ocupaban los almatrostes de la abuela, utensilios inservibles, balanzas oxidadas y petacas llenas de palqui y pasas de uva blanca y la otra mitad era el espacio habitable, el que sin orden pre-establecido servia de dormitorio, cocina, living-comedor y mas que nada de fabrica de guirnaldas para Ramos y de talegitos de azucar para alacitas.

A pesar de eso, el alto era un cuarto relativamente espacioso y tenia una combinacion rara de puerta/ventana que daba al balcon. El balcon tenia una vista panoramica de la Plazuela Ballivian desde el cual se podia ver las mimicas corporales de las c'kateras para vender sus alvarillos y oir sus baritonos gritos al ofrecer sus refrescos de mocko-chinchi. Con una mirada audaz se podia divisar los costillares colgantes y las moscas volando en la carniceria de la Hastaluego, sin mucho esfuerzo se podia ver a las tres de la tarde a los yoc'kallas con sus manos ckarkas jugando "mesitas con cais" en el empredrado paralelo a la tienda del Bodeguero David (inquilino del mono Lagrava) o jugando trompos en la esquina de la Porco mas abajito del taller de los zapateros "los Peruchos". Tambien, y por cierto con envidia y de reojo se podia abservar como otros afortunados se asomaban a la tienda del Jacobo a rentar viejas bicicletas marca Raleigh por quinientos el cuarto de hora.

En la planta baja (a la izquierda, entrando de frente por el zaguan) estaban el cuarto en el cual vivimos muchos años. Este cuarto tiene su propia historia que es como sigue.

Una tarde de enero, soleada pero fria el triumvirato impetuoso de las amazonas de la familia (la abuela, la tia Pepa y la mama) alboratadas, inauditas y armadas con alicates rompieron candados y desafiando constituciones leguleyas irrumpieron en ella, para sentar soberania y levantar bandera en los 50 metros cuadrados de espacio vital.

Este fue un hecho historico y necesario para nuestra tribu la cual crecia y nuestras urgencias expansionistas asi lo exigian de tal modo que fue en ese cuarto donde nuestras memorias se entrelazan formando el tejido unido e irrompible de nuestra tela familiar.

Adiacente al "cuarto" estaba la entrada al zotano, el mismo que conducia a la tienda esquinera. El zotano era habitado por don Gregorio, un ilustre allegado que vivio largo tiempo y muchos años despues segun dicen, este medieval pasaje sirvio de cobertura clandestina a una celula del partido comunista de Bolivia.

A la derecha estaban las propiedades de los Davalos, en realidad eran dos cuartos conectados por una puertita debil con cortinitas de seda. El dormitorio del Lucho, Gustavo y la tia Maria (la Jesusa por aquella epoca era ya residente de La Paz) y la famosa sala. La sala era el lugar que servia de recepcion general cuando personas importantes y copetudas visitaban la casa. La sala tenia unos muebles viejos y una alfombra persa desgastada por las pisadas del tiempo pero que atestiguaban buen gusto y mejores dias. De la paredes empapeladas colgaban intaglios descoloridos de artistas anonimos y una vitrola rota adornaba el dintel de la esquina.

A unos pasos se hallaban los territorios de la tia Cloti y el temible Gorena, estos receptaculos eran casi simetricos a los de la tia Maria pero tenian un olor a gato mas fuerte que un pedo reprimido.

Torciendo a la derecha y unos pasitos se hallaban en estricto orden el C'kasa cuarto, el pozo, y el cuarto con el techo semiderrumbado. En el c'kasa cuarto vivia el eterno inquilino don Sacaco y su hijo el Atanasio, el otro cuarto era vacio, humedo y tenebroso al que estaba totalmente prohibido penetrar pues tenia un gran candado sin llave que colgaba de la aldaba, en el medio de estos se encontraba el pozo, una vertiente de agua cuajada y misteriosas leyendas al que se recurria de vez en cuando para lavar ropa y tomar agua en casos de sequia.

Todavia doblando a la derecha estaba la puerta que conducia al canchon y las cavernas oscuras y desabitadas de en medio, cerquita de ahi estaba el unico "servicio" o baño de la casa, es que en tiempos coloniales el diseño de espacios abiertos y muchos baños no eran parte de el curriculum del arquitecto.

En el medio del gran patio enlozetado se erguia el ommipresente y orgulloso pilon, era de piedra labrada y tenia unas boquillas de bronce añejo que escupian aguas en chorros semiangulares.

En este pilon, de niños sabiamos atrapar microbios y otras especies acuaticas que vivian encaramadas en los laterales verduscos de sus piedras porosas y en los dias de carnavales niños ajenos al lugar solian llenar globos de agua para "tirar" a las comparsas de jovenes o a las pandillas de sirvientas y cholos de tic'kaloma.

El pilon, segun cuentos de las tias fue el centro donde una noche de cuarto menguante doña Encarna vio nueve duendes que salieron del pozo en fila india y se pusieron a danzar a su alrededor hasta el amanecer sera por eso quiza que ya al atardecer ni de chiste nos asomabamos al lugar.

Con respecto a la flora o la fauna de la casona no hay mucho que contar solo cabe rescatar que este poseia un arbol de pino ubicado exactamente a 75° NE y las ocacionales macetas con plantitas de orejas de mono y cebaditas en latitas de picadillo para adornar los pesebres. Hubieron eso si perros y gatos pero los mas famosos fueron Happy de las Maria y Lazy de nosotros (que por cierto fue una hembra coqueta y puta que tuvo cachorros por docenas).

Solo si las paredes hablaran.....

El tren Mexicano y la lucha de clases

Sobre maderas de quebracho tarijeño y por encima de aceros oxidados venian y dejaban de venir las locomotoras del olvido. Eran trenes que achacosa y lastimeramente funcionaban gracias a las bondades energeticas del carbon lo cual era arrojado intermitentemente por forzudos fogoneros a la barriga infernal del caballo de acero para dar aliento y fuerza la la descomunal maza de fierro.

Estos trenes eran negros y largos con campanitas y pitos en el techo que se acercaban a las ciudades con su ulular simpatico y su trote fandangero.

Ademas de ser llamados cargueros, pasajeros, etc, eran apropiadamente llamados Mexicanos porque venian como racimos de uvas cargados de parroquianos de toda laya, verduras para la reventa, motes y huiros para el c'jockawi de los tatas y una diversa fauna compuesta de gallos, conejos de castilla, perros ovejeros, loros de conjeturas y monos de fortuna.

Muchos de los humanos eran gentes en transito sin destino cabal quienes abarrotaban los miserables compartimientos llamados maleteras con sus valijas redondas de aguayo multicolor, otros eran comericiantes que viajaban de frontera a frontera en pos del pan y la moneda y otros como nosotros quienes (lamentablemente) necesitaban del bicho este para continuar con nuestra epopeya de gitanos andantes.

La fauna transitante era dominada por los polvorientos gallos de medianoche y atardecersers olvidados cuyos oprimidos cantos dibujaban el paisaje recondito donde los amaneceres son interminables y los parajes son distantes.

Estos trenes poseian 2 tipos de servicios llamados Clase Primera y naturalmente Clase Segunda y de yapa tenia un coche comedor donde servian pan con mantequilla, cafe copacabana y mates de coca. La famosa clase segunda eran esos vagones parecidas a las papayas, verdes por fuera anaranjados por dentro. Estos mal llamados coches tenian ventanas de metal con un par de infaltables vidrios rotos por donde entraban silbando los vientos del sur y te ponian las manos mas lilas que las camisolas del Real Potosi, y para empeorar las condiciones anatomicas de los viajeros tenia unos asientos de madera mas duros que las piedras de cantumarca. Esta era la clase nuestra.

Una de las cosas mas aniquilantes de la Clase Segunda, aparte de sus curvaturas claustrofobicas era soportar el olor a pedos combinados de los comensales de turno y de las mascotas arrabaleras. Digo soportar, porque de cuando en cuando, mis hermanos y yo teniamos que arrugarnos como concertinas debajo de los asientos y nuestra madre y/o abuela nos tendia por encima la consabida colcha de viaje para ocultarnos del cobrador de boletos. Agazapados como vizcachas esperabamos a que conductor pase de lado.

El conductor y/o boletero era el hombre alto de bigote negro, traje plomo y gorrita bolchevique estilo Lenin que aprarecia como fantasma en cada estacion para ponerte unos agujeritos en los boletos y verificar asi que no estabas viajando de contrabando.

El pago por burlar tal vigilancia y ahorarse unos centavos era como ya lo dije soportar ese vapor telurico de las emulsiones intestinales de los cholos comerciantes y los mineros turistas, el olor a meado de los monos cuentafortunas, y el pasmoso aliento de los gatos siameses, quienes en conjura y sobrada sinverguenzura se pedeaban y meaban sin consuelo ni compostura para enajenacion general de los viajeros y para destrozar los artilagos de nuestros olfatos pubertinos.

No es dificil de adivinar la composicion gaseosa de la atmosfera asfixiante de esos coches porque esta ampliamente documentado que solo basta una racion de tostado de haba seca, un puñado de papas frias rebozadas en aji augado, un par de chuñofujtis del ckjockawi y unos sorbitos de ese cafe ckayhuido para producirte ese combustible mas condensado que polvora.

La clase Primera era un poquito mejor pero era desmesuradamente cara de tal manera que viajar en primera estaba fuera de nuestro dominio. Esta clase era "superior"porque tenian asientos de cuero curtido y con una palanquita se movian de atras para adelante y viceversa y por primera vez la palabra reclinable se volvio popular en el lexico criollo pero aunque asi y todo no tenia calefaccion pese a que la panza del feroz animal ardia a miles de grados de temperatura. En fin, comodidad era una palabra desconocida en los manuales del ferrocarril boliviano.

Pese a lo arriba mencionado, la demanda por pasajes era terrible y el asunto era politizado a tal extremo que no solo se producia una tremenda "lucha de clases" entre los miembros de primera y los de segunda pero tambien habia que competir con la fauna itinerante para agarrar esos susodichos asientos como se decia en aquel entonces.

El agarrar los asientos no era tarea facil ni placentera es mas fue siempre una necesidad angustiante y llena de peligro que te hacian comer las uñas en espera de la espera que desepera. Uno tenia que viajar (en camion y a cielo abierto) con antelacion a una de las deserticas paradas para arrimarse al vuelo de uno los barrotes colgantes de la bestia en movimiento.

Luego del salto mortal y el espasmo ante lo atrevido, habia que someterse en sus dominios y reclamar propiedad echando unos p'hullus para cubrir por lo menos dos asientos, de esos que dan cara a cara.

Como nostros los manirotos eramos unos parvulos que no podiamos ni limpiarnos nuestras velas, era la famosa tia Pepa, la encargada de tal mision para lo cual ella viajaba ya sea a Cebadillas o Don Diego para encaramarse como garrapata en los intestinos de la bestia de fierro.

Sera porque la necesidad tiene cara de hereje o porque el desafio al peligro fue siempre natural en ella o que el don de servicio eterno de la tia hizo que ella desempeñara tal mision muchas veces y cada vez valga la pena agregar lo hizo con coraje, rebeldia y una experiencia innata en el arte del salto al vuelo.

Fue asi que gracias a ella la tropa nuestra podia arribar a destino y/o experimentar el proceso ferrocarrilero llamado "viaje".

A eso de las cinco de la tarde, con el pito sonando y las campanas repiqueteando la vibora de metal se deslizaba lentamente curveando la estacion Taiton, pasando por las casuchas de mineros y el promontorio acopajirado de Velarde y se enrrumbaba cuesta arriba lamiendo las laderas del sumaj orcko para desaparecer en las punas atormentadas del altiplano occidental.

Agua de Castilla era quiza la primera estacion y mas allacito 33 y mas alla estaba Condoriri, mas aquisito Rio Mulato y muy cerquita de ahi , Colchani y Pulacayo y mas allacito se erguia la eclectica Uyuni, ese pedacito de paisaje marciano con su manantial de sal y su cementerio de primas y hermanas del mismisimo tren.

Paraje tras paraje, paja brava tras paja brava toda la pampa era un confin de planitudes olvidadas habitadas por la plebe del lugar, por los guanacos indomables y los ocacionales pajaros de mal aguero que revoloteaban encima .

Ese paisaje surreal y violento servian de telon de fondo para el poniente del crepusculo cotidiano cuya miseria humana recordaba la inaudita pobreza de la gentuza. Desde los ventanales se podia ver la cara de deseperacion de las imillas cuyas caritas curtidas por los azotes del tiempo eran mas duras que zuelas de zapato y asi estoicamente delataban ante los viajeros sobre el conjuro criollo de los despotas de mil centurias que jamas les valio un carajo ni la geopolitica nacional ni mucho menos el desarrollo regional de esas punas melancolicas y ni para que hablar de paliar las condiciones viajeras de los viajantes mexicanos.

Pasando por los arenales uno llegaba a la estacion de Cerdas para luego continuar viaje hacia Cochaya. Chocaya era el punto o bifurcacion donde se dividia el camino. O al norte a ser minero y morir con mal de mina o al sur rumbo a cotagaita a ser campesino y morir con la espalda rota o terminar extendiendo la mano de mendigo en alguna bulliciosa esquina de la capital indeferente.

Chocaya era un dilapidado salon de cemento, promontorio de destartaldos vagones y casitas de aluminio donde el jefe de estacion y su tribu eran talvez los unicos habitantes de tan desconocida ruta tusirstica.

De Chocaya para arriba uno pasaba por Santa Ana y mas arribita pasando por el obscuro tunel uno llegaba a soc...

Hasta aqui nomas con eso de las estaciones porque el tema de este relato es el tren.,
chu-chu-chu-----hasta pronto

El origen de Potosi

El origen de Potosi

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Como Potosino y citadino siempre tuve la curiosidad de encontrar un significado a una diatriba personal, la cual es como sigue: "cual ciudad fue la primera en fundarse ? Potosi en Bolivia o San Luis de Potosi en Mexico?".

Es muy probable que mi pregunta suene
ignorante o fuera de lugar porque de hecho, esta] cuestion debe estar plenamente establecida en algun texto de historia u otro medio, sin embargo, nunca nadie hasta hoy me dio una explicacion que satisfaga mi curiosidad.

Debo admitir tambien, que aunque esta
cuestion bordee en lo ridiculo aun permancece sin una respuesta llana y contundente que satisfaga la razon de mis desvelos. Pero el motivo de estos parrafos es otro.

Durante una noche larga de esas donde el insomnio es mas fuerte que la necesidad vital del descanso corporal, me puse a indagar y buscar definiciones, respuestas o significados a mi diatriba. Rogando que la magia del internet me proporcione la respuesta precisa a la pregunta escurridiza y de paso alumbrar
mi oscura ignorancia, encendi mi computadora y
simplemente escribi "Potosi" en el buscador Google y el resultado fue tan sorprendente como interesante.

La busqueda encontro aproximadamente 315,000 "hits" o enlaces relacionados con la pregunta y tomo 0.13 segundos. Entre ellos un pequeno enlace dedicado a sitio de web de Potosi Township Historical Society
(Sociedad Historica del Pueblo de Potosi,
(http://www.vangrafx.com/pths/potosi/origin.html) en el estado de Wisconsin, USA. Me sorprendio gratamente tal hallazgo que decidi escribir al vicepresidente de tal sociedad el Senor Alan VanNatta y la respuesta me
sorprendio aun mas. He aqui la respuesta a mi carta:

Estimado Marco,

Gracias por visitar el sitio histórico de la sociedad del township de Potosi. En cuanto a la razon de tu pregunta acerca del origen del nombre de nuestro pueblo; sabemos que el primer nombramiento de nuestro Potosi existió en un mapa de 1646, que según nuestras fuentes, era un término sobre la riqueza mineral de un Pueblo Nativo Unido. Este término y definicion, segun entiendo, es también el origen del nombre de tu ciudad
natal, con su inmenso depósito de plata.

Aunque hay una leyenda que dice que el origen de nuestro Potosi es por el nombre de la hija de un nativo Americano llamada "Potosa". Sin embargo, estamos más inclinados creer que el origen esta relacionado con la abundancia de mineral de Potosi como un centro minero importante y por la mencion de nuestro pueblo en este mapa hace siglos.

Por favor visitanos otra vez.

Respetuosamente,

Alan VanNatta
VP. Potosi Township Historical Society

Esta demas decir que la respuesta me dejo mas perplejo que brujula sin norte.
No solamente hay una ciudad llamada Potosi en el estado de Wisconsin pero tambien las hay en
Texas(http://www.pe.net/~rksnow/txcountypotosi.htm#statistics) y Missouri (http://www.potosionline.com/about-potosi.html) e inclusive existe una cerveceria llamada Potosi
(http://www.potosibrewery.com/)

Pero mas alla de que en el mundo haya una ciudad llamada Potosi o una cerveceria del mismo nombre el hecho es que las definiciones e historias de sus fundaciones u origenes son tan diversas e interesantes que me hacen dudar del origen del nombre de nuestra ciudad. Sera que "Photojsi" como cuenta una
leyenda fue realmente el sonido de una explosion que dio origen al nombre de nuestra ciudad o que como muchas leyendas fue la imaginacion de algun paisano que con el tiempo llego a oficializarce como tal?

A continuacion una breve transcripcion acerca del origen de otros potosis.

POTOSI, TEXAS. Potosi esta ubicado en el farm road numero 1750 a nueve millas sureste de la ciudad de Abilene en el condado de Taylor . Este sitio fue fundado por la familia de Pollard en 1870.

Potosi, Washington County Missoury. El nombre inusual de "Potosi" proviene de un significado de una palabra india Suramericana que significa "lugar de mucho ruido", y con el pasar de los años esta ciudad histórica ha sido el hogar de arduos pioneros que hicieron "mucho ruido" en Missouri y a través del oeste Norteamericano.

Cerveceria Potosi.

El origen de la palabra Potosi es inusual en sí misma Potosi en español es un "nombre apropiado para el " plomo" lo cual era próspero en la comunidad. Otras versiones, aunque populares pero no auténticas, indican que la aldea fue nombrada después de una
ciudad minera en Missouri así como una ciudad en Bolivia que llevan el mismo nombre. Todavía otros dicen que nombraron la ciudad por el nombre de una muchacha india, la hija de un jefe tribal, "princesa Potosi", pero ésto es quizás más folklore que hecho.

Sea cual fuera el origen del nombre de nuestra ciudad, hoy que me encuentro a miles de kilometros de nuestra villa, la extrano y ardo en deseos de volver a caminar por sus serpenteantes calles y relajarme en las
petreas escalinatas de la catedral aunque el frio me ponga la cara mas lila que las camisteas del Real.

CARTA PARA LOS NIÑOS ACERCA DE LA GUERRA

CARTA PARA LOS NIÑOS ACERCA DE LA GUERRA
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Ernesto Sábato

Queridos chicos: Ustedes saben, han tenido que aprender cómo el poder gana, cómo loshombres matan por poder. Han tenido que aprender, lo ven por televisión, la atrocidad de los bombardeos, de las masacres, de la miseria, del horror que trae la guerra a quienes la padecen.

Saben también que otros chicos como ustedes verán morir de dolor a sus padres, a sushermanitos. Pero eso no importa al poder.

También saben que millones de hombres y mujeres han manifestado por las calles del mundo su deseo de paz, su oposición a esta guerra. Y eso tampoco parece haber importado al poder.
Entonces, ante la gravedad de la situación en que vivimos, vengo a testimoniarles que habremos de permanecer en la decisión de no aceptar la guerra, de no resignarnos a ella.
Hay que mantener, queridos chicos, encendida en el alma la llama de este dolor de
humanidad, y ser fiel. Si esta determinación permanece, será inquebrantable. Podrán hacer la guerra, pero han de saber que son asesinos, que así los llamarán los chicos de todo el mundo.
El amargo presente al que nos enfrentamos exige que nuestras palabras, nuestros gestos,
nuestra obra se consagre, como verdadero cumplimiento de nuestra más alta vocación, a
expresar la angustia, el peligro, el horror, pero también la esperanza y el coraje y la solidaridad de los hombres.

En medio de esta tremenda situación, cada hombre y cada mujer, ustedes también, chicos,
están llamados a encarnar un compromiso ético, que los lleve a expresar el desgarro de miles de personas, cuyas vidas están siendo reducidas a silencio a través de las armas, la violencia y la exclusión.

Quienes detentan el poder toman decisiones ajenas al sentir de la humanidad, guerras atroces que sostienen los países poderosos contra pueblos desamparados, bajo la siniestra ironía de resguardar a la humanidad.

Frente a la violencia y a la muerte de nuestros hermanos, hemos de resistir para resguardar ese absoluto donde la vida y los valores ya no se canjean, alcanzando así la medida de la grandeza humana.

En todos los idiomas "paz" es una palabra suprema y sagrada, expresa el deseo de Dios para los hombres. El deseo de un reino de paz y justicia; la paz y la justicia que estamos acá para reclamar y testimoniar.