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los cortapalos

No tengo ni la mas remota idea de como, donde, cuando y/o por quienes fur oficializada la fundacion del Club de los Cortapalos de Potosi.

Segun algunos datos que pude rescatar como resultado de charlas esporadicas con algunos miembros de esta secta peligrosa, puedo afirmar con cierta certeza (lease 50% de certeza) que fue fundada alla por los anos moribundos de la decada de los 70, por una turba bulliciosa de adolescentes provenientes de dos colegios capitalinos.

Representantes del colegio ILADE fueron insignes mocoverdes tales como: el Pacha, el Fito, el Quechi, el Percy, el Cristian, el Kinoto, el Jimy, el Beto, y otros innombrables individuos. De parte del Colegio Franciscano fueron los siguientes parbulos: el Benjo, el Rolo Ochoa, el Charles, el Pepe, etc. Anos mas tarde personajes un poco mas maduros tales como el suegro, el viejo, el cajas etc, se sumaron a esta pandilla temeraria.

Naturalmente, esta es una lista parcial porque el numero total de los miembros sobrepaso la cincuentena especialmente durante las festividades del carnaval, ano nuevo y el aniversario de la fundacion del club.

Segun recuerdo, esta legion de amigos no requeria ningun ritual macabro para sumar miembros a la distinguida cofradia. La unica condicion requerida para conseguir la codiciada membresia era la devocion al club, participacion en los bailongos y carnavales , levantarse soberanas borracheras en los tugurios de la villa cada viernes de soltero y naturalmente se activo participante de las tertulias diurnas como nocturnas en las inmediaciones de la plaza 10 de Noviembre.

El lugar o sede natural del club fue un banco de madera de pino color verde carabinero ubicado estategicamente en el rincon Noroeste de la plaza en cuestion, justo al frente de la inmortal catedral de Potosi. Esta plaza historica y mudo testigo de luchas inmemoriales, palestra abierta para el coloquio vituperante de los politicos de ocacion, tribuna al aire para degustar de las retretas musicales de los jachus y botudos del regimiento militar y lo mas importante era que desde ese lugar conspicuo se podia observar el diafano caminar de las chicas bien, lo cual era quiza el objetivo no pronunciado de tantas cabalas y encuentros cotidianos de los miembros de esta pandilla.

Alla por los anos de las melenas largas, pantalones con botapie ancho y tacones de 15 centimentros, la plaza era el lugar "chic" o de moda y no asi el historico bulevard considerado en aquella epoca como el reducto mas sombrio y chockcho que solo servia para el deambulamiento infinito de las sirvientas y cholos de munaypata.

Esos anonimos habitantes que se aparecian como fantasmas con polleras multicolores y zapatos de charol cada viernes por la noche y se aglutinaban como avispas en las inmediaciones de la union obrera, la quince, y otros tugurios de mala muerte para beber como pescados, bailar hasta romper el tacon y de yapa ser arrastradas por los conscriptos del cuartel hasta los callejones empedrados de San Juan para saborear de los amores incognitos y prohibidos. y nueve mses despues adjudicar publicamente multiple paternidad a los pepinos carnavaleros.

Nunca entendi tal distincion porque para mi ambos reductos servian para lo mismo o tenian la misma finalidad, lo cual era como de costiumbre pasear, tertuliar, relajarse de las presiones del tiempo y terminar inexorablemente sentado y doblando el codo en algun boliche de la inclita. Por ejemplo, en el bulevar la gente caminaba o paseaba longitudinalmente de extremo a extremo en filas humanas de tres, cuatro y hasta cinco personas para generar el calor humano en las glaciales noches de la villa. Las diarias travesias empezaban o terminaban dependiendo el origen de las mismas, en la esquina Bolivar y Sucre mas conocida como la esquina de los libertadores y terminaba una cuadra antes de tropezar con las piedras gelidas del Colegio Franciscano.

En contraste singular, en la Plaza la muchedumbre caminaba en circulos concentricos que no tenian principio ni fin porque como dije eran circulos. Algunos transeuntes empezaban la jornada en la corniza derecha justo al frente de la Alcaldia Municipal, otros emprendian la circular caminata en la opuesta esquina en frente de la Prefectura y finalmente los mas incognitos empezaban la rutina en el medio de la plaza debajo de la minsucula estatua de la Libertad. El caso es que sin importar la procedencia todos los caminates terminaban en el punto inicial de la travesia.

Para los cortapalos, la plaza era el lugar de convergencia social pues era el reducto especial donde las chicas de buena familia, esas de apellido madrileno, andar andaluciano y vestidos de filigrana se arremolinaban como flores silvestres para ser coqueteadas y ser apreciadas en demasia por los miembros de este club, cuyos miembros en grados mayores o menores eran jovenzuelos sexualmente deprivados. Sera tal vez por este factor inocultable que las interminables terturlias tenian un tema central y preponderante que bordeaba en las tecnicas del kamasutra y los deleites prohibitivos de las putas del canto.

Estas chicas en espera de ser damitas de sociedad, se juntaban como remolinos surenos en las cuatro esquinas de la plaza, se abotonaban las blusas macrame, se ajustaban las medias transparentes de nylon y se pintaban los labios virgenes con esos tubitos de cera mas rojos que los uchulurus de cantumarca y para dar mayor impacto se espolvoraban la cara con polvos (con polvos reales) importados y se tiznaban el contorno de sus pupilas encandiladoras con permutaciones de luz y sombra.

Bien ajetreaditas y con los pelos al viento se largaban en filas de a cuatro para dar vueltas interminables como huyaronckos en el reducto semi-rectangular de la petrea plaza de los heroes con el unico objetivo de ser embadurrnadas de piropos baratos por la turba cortapalesca.

Recuerdo muy bien uno de los piropos mas famosos fue: "Que fiuerte que estas", debo reconocer con extrema hidalguia que luego de un enfatico y profundo estudio de las teorias del amor y del romance nunca pude encontrar otro piropo mas puro, mas romantico y mas lleno de sabiduria. En fin, era que los cortapalos nos sabiamos todas las movidas.

Como dije antes, una de las actividades preferidas del grupo era reunirse cada noche en la mencionada esquina inmediatamente despues de la entrada del sol y justo cuando el tan-tin de las campanadas de la iglesia de Sa Francisco anunciaban el nacimineto del anochecer Potosino. La noche era joven y habia que festejarla. Nos reuniamos como murcielgagos compartiendo cigarillos erugtando bocanadas de humo azulado al cielo estrellado . Sin ningun orden predeterminado u ordenes del dia, algun miembro osado tomaba la palabra y empezaba a relatar cuentos de humor. Los cuentos en su gran mayoria tenian un claro sabor sexual y de cuando en cuando para matizar el repertorio alguien se apareceia con una tirada politica o mas benial.

Este humilde escribidor, en muchisimas ocaciones era el contribuyente de esos cuentos, pero hoy que vivo lejos me doy cuenta que me olvide de contar el siguiente .

Un paisano cachondo estaba sentado frente al televisor, disfrutando de un partido de futbol. De pronto, se aprace su mujer como birlocha revolucionaria y de entrada le propina un golpe en la cabeza con una paila de metal. El hombre un poco asustado pero mas sombrado le pregunta. Y eso por que?. La mujer le contesta; ayer cuando estaba lavando tu ropa. viejo loco y corrompido, encontre este papelito con un numero y el nombre de Lucia escrito sobre el mismo. El pobre hombre, piensa un rato y con la mayor naturalidad le contesta ; OH. Oh el anterior domingo fui a una carrera de caballos y la tal Lucia era el nombre del caballo ganador y yo anote esos datos para no olvidarme

Dos dias despues, nuestro villano estaba sentado otra ves frente al televisor disfrutando de una telenovela Mexicana, cuando de pronto, entra su mujer alborotada y le zampa otro pailazo en la cabeza. El pobre hombre se recupera, toma un poco de aliento y le pregunta: Y ahora porque? Su mujer lo mira con ojos desorbitados y le dice; Te llama por telefono tu caballo de carrera.

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